miércoles, 7 de abril de 2010

Apuntes, despuntes y pespuntes gourmet.

La idiotez encuentra poca resistencia en varios lugares del mundo. En Argentina, ninguna. Leo en Clarín que hay verdulerías boutique. Es un concepto que se me escapa, sobre todo porque en esas verdulerías venden fruta y verdura, como en los mercados de antes. Y en los de ahora.

A esas verdulerías se va a comprar ingredientes para platos gourmet. Una idiotez. Un plato gourmet es una mezcla incomible de dulce y salado, con dos frutas exóticas cortadas en jullienne -¡faltaría más!-, un tomate cherry dividido en cuatro y, eso sí, aceite de oliva -mucho-, porque sin aceite de oliva no se puede cocinar un plato gourmet.

Por último, como rasgo estético esencial, un plato gourmet no puede tener grandes cantidades de comida. La encontramos perdida, sola, aislada, aunque bien acomodadita en el centro de un plato, que si es cuadrado y negro, es más gourmet. Para acompañarlo, una gigante copa de cristal con un poquito de vino de autor. Otra idiotez.

Y al final, la cuenta. Un robo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, poca cantidad en un plato grande... somos finos, comemos poco... pero como se ha puesto tan de moda este gourmeteo... pues hay que frecuentar mucho... Y al final comemos grandes cantidades, seguro... repartido, eso sí, en diferentes viernes, sábados... o, días en semana, que igual es más chic (para quien tenga tiempo y todo solucionado en casa, claro) Muchos sitios nuevos (no podemos perdernos el último que hayan abierto) Muchos platos cuadrados o triangulares nuevos (pobres los pinches de cocina para lavarlos y que no se les escurran de las manos) Y, bueno, vestirnos guapos no puede faltar… En fin, que un día vale, dos puede, pero ¡¡¡y para los que es verdaderamente fe de vida…!!! Uff, qué cansancio perderte en ese plato cuadrado… Con lo que, en cambio sí comulgo, querido Mauri es con lo de la “gigante copa de cristal…”¡ay, que ahí me has pillao…! Una también tiene sus debilidades y sus caprichos de la modernidad.
Beatriz

Javier Cuadrado dijo...

¿Algún parentezco con el señor de la publicidad de tarjetas de crédito de banco galicia?

Patricio Insua dijo...

Mauricio, que bueno volver a leerte.
Coincido que es una estupidez esa cocina elitista y minimalista. Pero a fin de cuentas nadie la consume con una pistola en la cabeza; por ende, que se embromen.

Mauricio Monte dijo...

Bea: el problema no es que la copa sea gigante; el problema es que para ofrenda a Baco puede andar bien, pero para acompañar la comida, es poca cantidad (también).
Javi: no tengo el gusto de conocer al señor del Galicia (conocía a uno que me llamaba para cobrarme, pero gracias a algún amigo ya fue solucionado hace tiempo).
Patricio: La pistola tiene varios nombres: publicidad, moda, estatus y... comida gourmet.

Fernando Salceda dijo...

Excelente.
Gracias por este texto.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

me quedo(poorr supuestooo!)con el primer plato de mi mamá:tallarines con tuco y segundo plato:asado al horno con papas!!!ja y luego el postre!y...nada minimalista,Besos mi amor

Fernando Salceda dijo...

Realmente, un texto gourmet... jajaja