En unos días me voy a África. La primera sorpresa fue la cantidad de vacunas que tuve que ponerme: fiebre amarilla, hepatitis B, tifus, tétanos, meningitis, difteria y para terminar (aunque nunca es el final) cólera y una pastilla diaria -desde un día antes de la partida hasta 7 días después del regreso- para la malaria. Completito. Soy un laboratorio andante.
La segunda sorpresa fue después de conocer la cantidad de horas de vuelo. Desde Lisboa son ocho. Antes, las casi tres desde Roma hasta Portugal. Demasiadas para nosotros, si pensamos que los vuelos europeos son bastante más cortos.
Cuando supe que eran ocho horas de vuelo, la vergüenza travestida de calor me invadió completamente. ¿Por qué pienso en África y no en el país al que voy a trabajar? ¿Por qué no tengo ni la menor idea de la distancia que hay entre Italia y Angola? ¿Por qué puedo señalar con el dedo, con poco margen de error, adónde está Atlanta y no sabía hasta hace una semana que Luanda es la capital de Angola?
Tal vez una cifra ayude a explicar el porqué de tanta ignorancia o de conocimiento selectivo: 300 euros. Esto es lo que vale la vida, o la protección de la vida. El que tiene el equivalente a 1400 pesos argentinos, se vacuna y se pone a salvo de las enfermedades que azotan a millones de personas que viven en un continente inmenso e inmensamente rico. Lugares y personas que interesan poco y nada al resto del mundo. El petróleo y los diamantes angoleños, en cambio, sí.
La segunda sorpresa fue después de conocer la cantidad de horas de vuelo. Desde Lisboa son ocho. Antes, las casi tres desde Roma hasta Portugal. Demasiadas para nosotros, si pensamos que los vuelos europeos son bastante más cortos.
Cuando supe que eran ocho horas de vuelo, la vergüenza travestida de calor me invadió completamente. ¿Por qué pienso en África y no en el país al que voy a trabajar? ¿Por qué no tengo ni la menor idea de la distancia que hay entre Italia y Angola? ¿Por qué puedo señalar con el dedo, con poco margen de error, adónde está Atlanta y no sabía hasta hace una semana que Luanda es la capital de Angola?
Tal vez una cifra ayude a explicar el porqué de tanta ignorancia o de conocimiento selectivo: 300 euros. Esto es lo que vale la vida, o la protección de la vida. El que tiene el equivalente a 1400 pesos argentinos, se vacuna y se pone a salvo de las enfermedades que azotan a millones de personas que viven en un continente inmenso e inmensamente rico. Lugares y personas que interesan poco y nada al resto del mundo. El petróleo y los diamantes angoleños, en cambio, sí.
4 comentarios:
Angola es, según las estadísticas, uno de los países con el índice más alto de mortalidad infantil en el mundo (Entre los 50 primeros al menos el 70 u 80 por ciento es africano).
Pensaba que quizás deberías agregar a todas tus vacunas (y parafraseando a Mafalda) un par de curitas en tu equipaje "para ver como te las ponés en el alma" cuando llegues ...
un beso
Mauricio,la tasa de mortalidad infantil en Angola es 182 muertos cada mil nacimientos, en Argentina de 14 cada mil nacimientos.
En Angola la expectativa de vida al nacer es de 76 años, en Angola de 38 años.
En la Argentina la población por debajo de la linea de pobreza representa el 25% del total, en Angola del 70%.
No quiero decir que en Argentina estemos bien sino mostrar que desastre es la realidad de los paises africanos.
Yo creo que no podes viajar a Africa y luego en vuelo directo a New York. Con todas esas vacunas y pastillas dalo por hecho que al querer entrar a Estados Unidos te demoran por tráfico de estupefacientes.
Suerte en Angola y ademas de las vacunas y las curitas, agregá algún "antidoto" para los leones, viboras, etc. (tipico comentario de un incivilizado que no tiene idea que Africa no es solo "selva", como un porteño hablando del campo, va ...)
qué decis si te cuento que me llevo hasta comida!
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