domingo, 27 de abril de 2008

Apuntes, despuntes y pespuntes musicalizados.

Como idea no era mala, y se estaba desarrollando con cierta previsibilidad. La estaba pasando bien, charlaba, comentaba superficialidades y de vez en cuando algún bolo caía.

Lo que estaba haciendo no era jugar al bowling, era tirar una bola grande y colorada para adelante, con el inconfesado temor de que un dedo se me quedara enganchado en los agujeros que tiene para agarrarla, y tuviese que acompañar -contra mi voluntad- el pesado esférico con rumbo incierto.

Y como éramos unos cuantos, entre turno y turno se comentaba el éxito del tiro o lo bien que sienta una cerveza fría. Hasta que alguien decidió que la diversión era otra cosa; que lo que estábamos haciendo hasta ahora poco tenía que ver con divertirse. Y entonces la música subió de volumen, las luces se apagaron y los efectos luminosos se apoderaron del lugar.

Basta. Se terminó. Nadie entendía nada. Nos preguntábamos al oído si por algún lado habría una pista de baile -a la que no hubiese ido con el sólo objetivo de bailar, reafirmo-, o si ese lugar se convertiría en discoteca -cosa que no ocurrió-. Rendidos y sin respuestas comenzamos a comunicarnos con gestos, levantando las manos y respondiendo que sí a preguntas que jamás escuchamos.

Necesito saber por qué. No quiero respuestas empíricas: la normalidad no es un fundamento válido para convencerme de que la música alta y los efectos luminosos son condiciones esenciales para que se desencadene la diversión, ¿o sí?. Y como un strike es demasiado, saludo hasta el próximo spare.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay¡ Mauri, hoy no llego a comprenderte. Lo de bailar sí... Para mí, el baile es de las cosas más bonitas de la vida... tenga o no tenga que ver con el ligoteo, con el coqueteo, con el sexo... que sí, tanto tiene que ver... aunque no siempre. Es una pena que no lo disfrutes tú de esta manera... bueno,como más bien lo sufres, dejémoslo estar.
Pero hoy, el apunte musicalizado... me parece que te divertías más al principio... todo subió de tono y se jorobó? Sí, la única respuesta es una pena, pero aquellas luces y volumen fuertes sirvieron para esconder algo...el miedo a encontrarse con el otro...o con uno mismo? No puedo creerlo... pues te saluda Beatriz

Anónimo dijo...

Anda BEATRIZ...CAMBIA SPACCIATORE...
e intenta leer mejor las cosas.
Está clarisimo...
Era la música que estaba rompiendo los timpanos del argentino....uffa..
NO TENIA NADA QUE ESCONDER...
SOLO QUE LE DOLIAN LOS OIDOS...
MER

Fernando Salceda dijo...

Pasa en muchos lugares. Acá también un amigo que tiene un restaurante se desespera cuando se da cuenta que el local no tiene música, como si la gente fuera a irse corriendo por el silencio. Uno se junta con amigos en estas situaciones para disfrutar de ellos y de la charla, pero cuando suben la música se acaba el diálogo a la fuerza, porque es imposible continuarlo por más ganas que le pongas.

Gran abrazo.

Mauricio Monte dijo...

Me gusta la idea del miedo al encuentro; y me gusta la del miedo al silencio. Ya puse música (de fondo) por las dudas...

Anónimo dijo...

Mauri que está pasando con vos? no me asustes!!! será que te estas poniendo viejo?!
Igual, aunque me preocupes, me gusta leerte.
Saludos, Ro

Mauricio Monte dijo...

A esto quería llegar, lo esperaba de pechito.
La normalidad es música fuerte, en cualquier lugar y sin causa razonable.
Música fuerte es diversión, Música de fondo, vejez. Y así estamos, sordos de oído, y de todo.

Anónimo dijo...

Viste!!! hasta te doy letra! que harías vos sin mi?!! jajjaj
De todos modos mi comentario no fue solo por lo de la musica fuerte...te la pasas renegando che!!! :)
Ro

Anónimo dijo...

Si esto es vejez... Mauri, te invito el domingo a tomar solcito a la plaza, abrigate: guantecitos y bufanda, q se vino el fresco!... Y no te olvides de los audífonos! Señorita Roxana... nos podría asistir con alguna bebida calentita??? Gracias! El Club "ACME" (Abuelos Contra la Música Ensordecedora) se lo agradecerá.
Je

Mauricio Monte dijo...

Je, los jóvenes díscolos entran en calor con bebidas alcohólicas (tipo ron), así que mejor no pidamos nada. La juventud está perdida. Jóvenes éramos los de antes.

Anónimo dijo...

jajajaaa!!!!que bueno los comentarios!!!Elena R.

Unknown dijo...

no se si la música fuerte es por diversion, porque aca por ej entras a comprar ropa y la vendedora no escucha lo que queres probarte porque la música está a todo volumen, la verdad yo ni lo entiendo...
será problema de miedos y/o escondites o estamos más sordos que una tapia???
besos
Vic

Anónimo dijo...

uhmmm...mmmm...Estoy pensando de que manera puedo hacerles llegar un poco de juventud a éstos abuelitos, se me está complicando la cosa, parece que la vejez no solo está invadiendo a Mauri…algo se me tiene que ocurrir! Me están dejando solita con mi brillante juventud!
Besotes!
Ronsana