jueves, 23 de octubre de 2008

Apuntes, despuntes y pespuntes inflados.

En la casa de mi abuela, sobre la estufa a leña que nunca funcionó, dormían, encuadernados, varios años de la revista "Selecciones del Reader's digest". De vez en cuando despertaba un tomo gordo y pesado y leía, sobre todo, los chistes a pie de página y las viñetas.

A menudo recuerdo un chiste que leí en una de esas revistas hace ya unos cuantos años. Allí se ve a un hombre que está comprando algo en un puesto de comidas frente a la cárcel. Se nota claramente que este hombre había estado preso muchos años porque el vendedor le pregunta: ¿un peso por una torta con crema? ¿Pero de dónde ha salido usted?

Cada vez que aterrizo en Buenos Aires me siento como el preso del chiste; y no porque haya salido hace poco de la cárcel (tranquila, mamá). Me he quedado con los precios y también con los ingresos del 2000. Todo me parece caro. Extremadamente caro. Y sospecho que lo es.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y mas caro te parece todo cuando los sueldos no tienen absolutamente nada que ver con el valor de las cosas.