miércoles, 22 de abril de 2009

Apuntes, despuntes y pespuntes curiosos.

Ante la duda... dice el conocido refrán, la elección, amigas, es obvia. La duda es, además, una gran motivación para aprender. Sin duda no hay crecimiento. Sin duda no hay curiosidad.

Pero son las ideas de la gente las que deberían despertarnos curiosidad. Tener más interés por las personas que por las ideas ajenas es señal de, al menos, aburrimiento. Y ni hablar si lo que importa no es ya la gente o sus ideas, sino lo ajeno. Ahí ya estaríamos, claramente, frente a un hecho tipificado, con gran precisión, en el código penal.

Da pena cuando la gente se preocupa poco por la educación, menos por el crecimiento y nada por el respeto. Sospecho que existe una relación inversamente proporcional entre la carencia de estos tres elementos y la abundancia de curiosidad desperdiciada, inútil, chismosa. Creo que la relación entre la habladuría y el aburrimiento es, en cambio, directamente proporcional.

Aprovechemos entonces la curiosidad para aprender, para crecer, para llevar nuestro horizonte un poquito más allá de la punta de los zapatos. La curiosidad es hija de la ignorancia y madre de la ciencia, dijo un filósofo; la sospecha es prima de la suspicacia, tía de la ofensa y amiga de una amiga de la calumnia, dijo un rosarino, creador de aforismos, impulsado por el negro Fontanarrosa.

Dos caminos, dos recorridos, dos resultados con un punto de partida común. Uno, el más largo, el más complicado, el más difícil, aunque el mejor. Si la elección cae en el otro camino, deberíamos admitir que sin curiosidad estaríamos mucho mejor.

9 comentarios:

Patricio Insua dijo...

Mauricio, no sin miedo dejo un comentario en un post que por su contenido filosófico un poco me intimida.
Por mi parte, detenerme en lo esencialmente importante y no crearme frustraciones de mercado es un ejercioco que trato de hacer habitualmente. Implica un esfuerzo intelectual ya que escaparle al capitalismo exacerbado, al individualismo a ultranza y a la imposición de la cultura mediática que vivos en el mundo occidental (es muy prepotente este término, con lo diverso que es el mundo occidental, pero no encuentro otro concepto mejor) es un arduo trabajo mental.

Mauricio Monte dijo...

Te advierto que antes de escribir tanto "contenido filosófico" me calcé unos buenos zapatos de goma.

Posiblemente el capitalismo (o su consecuencia, el materialismo) fomenta el individualismo. El otro no es un par, sino un extraño. En el otro no me reflejo. Al otro le temo y se transforma casi en un enemigo (puede quitarme lo que tengo o lo que deseo) y entonces lo ataco, lo calumnio, lo injurio.

La lucha es ardua y sospecho que el resultado está escrito: 1 a 0 en contra, por lo menos.

Anónimo dijo...

Nada de respeto, inutilidad y chusmerio...que tanta filosofía, tanto palabrerio - ¿se dice así? -...eso es estar al pedo, "preocuparse" mañana tarde y noche por el otro, por cómo molestar al otro, es estar bien al pedo. A veces es bueno porque sin querer te enteras en la farmacia o en el supermercado el día en el que te casas, el día que viajas, de las novias que tuvo tu chico durante los 33 años que no lo viste y hasta de todos los hijos que tiene desparramados por éste interesante mundo! esto es maravilloso amigos, se los recomiendo.
Roxana, creo.

Mauricio Monte dijo...

menos mal que para los rencores te tengo a vos.

Fernando Salceda dijo...

Una vez, hace ya años, me llamó una ex novia para felicitarme por mi casamiento, del cual yo no tenía noticias hasta ese llamado. Resulta que unas vecinas, quienes dejaron de verme en el barrio por mis compromisos laborales, le contaron que yo me había casado y mudado de Ciudad Evita, mi lugar de toda la vida en Argentina. Al principio me había enojado; pero después pensé que, ante lo inevitable de que las chusmas chusmeen, era preferible eso a que le dijeran (a mi ex o a cualquiera) que estaba preso, muerto o que había decidido "cambiar de equipo".
Ro: calentate únicamente por lo que piense tu familia y, fuera de ella, la gente que los quiere a vos y a Mauricio, entre los que me cuento.

Saludos a ambos.

Anónimo dijo...

Gracias Fer! te voy a hacer caso, al menos lo intentare. Para tu segundo casamiento me gustaria estar invitada, creo que no fui al primero, digo creo porque en Tejdor acostumbro a ir a fiestas o reuniones de las cuales no me queda ningun tipo de registro, es mas me entero que estuve ahí unas semanas despues, voy a tener que estar mas atenta por lo menos para salir en alguna foto!

Anónimo dijo...

Querido Mauricio, para muchos dudar es sintoma de debilidad. Cualquier cacatúa (leasé pelafustán) convocado a la tele para relatar la intrascendencia de su vida debe responder a la insidiosa pregunta del agudo entrevistador ¿te arrepentís de algo?. Y el sujeto en cuestión, con mirada segura, sin siquiera pensarlo, responde que si tuviera que volver a nacer haría exactamente lo mismo.
Eso si que es ser estúpido. Imagínensé que nos permitieran corregir dos o tres cagadas, nada mas. Si Carlomagno o Sarmiento hubiesen tenido esa oportunidad.
Los boludos no dudan. Ni lo dudes.

Anónimo dijo...

Vivir y...dejar vivir hombre!!!!cuando aprenderemos!!!????

Anónimo dijo...

Escribi otro texto Mauricio porque parece que metiste el dedo en la llaga.