lunes, 29 de septiembre de 2008

Apuntes, despuntes y pespuntes privatizados.

En mayor o menor medida -depende del momento-, el reconocimiento a Don Atahualpa Yupanqui es casi unánime. Autor esencial de nuestra música popular -como todo artista- logra describir con eficacia y eficiencia, las más variadas situaciones.

Si todavía viviera, se haría un festín. En sus últimos años vio cómo "ramal que para, ramal que cierra" y que "el Estado es un mal administrador". Hoy vería cómo se pide a gritos presencia y control públicos. Vería -no sé con qué reacción- cómo quienes se oponían a las privatizaciones, hoy se oponen a lo contrario. Más allá de las válidas razones -estas y aquellas, espero-, el hecho me resulta llamativo.

Vería también -"el mundo es un pañuelo" o "la aldea global", vean ustedes- cómo el Estado italiano vende su compañía aérea de bandera, pero no sin antes dividirla. Problema: el gobierno dividió en dos Alitalia. De un lado la parte que da pérdidas, del otro la que da ganancias. Pregunta: ¿qué parte vendió y con cuál se quedó?

Si estás leyendo este párrafo es porque el pequeño problema anterior ya fue resuelto. Pero lamento desilusionarte. Tanta velocidad carece de mérito porque esa pregunta ya fue respondida hace mucho tiempo: las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas, escribió Atahualpa Yupanqui. Y acertó.



nota: si alguien tiene ganas de reírse y entender por qué el gobierno de Estados Unidos intenta convertirse al Socialismo, puede ver este excelente video de dos humoristas ingleses (aquí está). Y por favor no lloren, que las penas y las vaquitas hace años que se van por la misma senda.

2 comentarios:

Fernando Salceda dijo...

El Estado no administra mal ni bien. El problema son los que están a cargo del Estado, que tampoco administran mal. Roban, que es distinto. Pero hablan del Estado como si se tratara de un ente etéreo contra el que nada se puede hacer más que soportar su ineficacia y sus dimensiones "paquidérmicas", como si ese tamaño lo hubiese alcanzado por sí solo.
No es un santo de mi devoción, pero Copani lo resume en una divertoda canción que se llama "Cuidado con los ladrones".

Gran abrazo.

Mauricio Monte dijo...

el problema -y nos pasa muy a menudo- es que confundimos síntoma con causa, y las soluciones no van dirigidas a las causas. un poco como "muerto el perro se acabó la rabia".