Después de lo que pasó en Estados Unidos '94 decidí no discutir nunca más sobre el argumento "Diego Maradona". Si mi interlocutor está de acuerdo conmigo, podemos llegar hasta las lágrimas recordando y reviviendo las jugadas de Maradona.
Si en cambio mi compañero de charla se pone chungo con Diego, no obtendrá respuesta alguna. No discuto porque no puedo pensar. Sólo puedo sentir cuando se trata del mejor jugador de fútbol del mundo.
Esta vez no será la excepción, pero tengo que confesar que me he visto seducido por más de una falacia. Razono mal, equivocadamente, buscando rebatir la teoría de su falta de experiencia.
Me tiento y casi suelto que si es por eso, con grandes experimentados nos ha ido de regular a mal, al menos si el parámetro son los resultados en los últimos mundiales. Caótico con el primer Basile, justito con Passarella, mal con Bielsa, sabor a poco con Pekerman y con el último Basile estaba por verse si llegábamos a Sudáfrica.
Es verdad que los resultados no lo son todo, tanto como que la experiencia tampoco lo es. Los experimentados nos han llevado del pelo corto al talco, de jugadores casi robotizados a la mala racha. Yo propondría, para evitar cualquier crítica, una Cadena Nacional antes de los partidos, otra cortita en el entretiempo y otra al final. Cadena Nacional de jugadas maradonianas. Y a ver quién se atreve a criticar.
Si en cambio mi compañero de charla se pone chungo con Diego, no obtendrá respuesta alguna. No discuto porque no puedo pensar. Sólo puedo sentir cuando se trata del mejor jugador de fútbol del mundo.
Esta vez no será la excepción, pero tengo que confesar que me he visto seducido por más de una falacia. Razono mal, equivocadamente, buscando rebatir la teoría de su falta de experiencia.
Me tiento y casi suelto que si es por eso, con grandes experimentados nos ha ido de regular a mal, al menos si el parámetro son los resultados en los últimos mundiales. Caótico con el primer Basile, justito con Passarella, mal con Bielsa, sabor a poco con Pekerman y con el último Basile estaba por verse si llegábamos a Sudáfrica.
Es verdad que los resultados no lo son todo, tanto como que la experiencia tampoco lo es. Los experimentados nos han llevado del pelo corto al talco, de jugadores casi robotizados a la mala racha. Yo propondría, para evitar cualquier crítica, una Cadena Nacional antes de los partidos, otra cortita en el entretiempo y otra al final. Cadena Nacional de jugadas maradonianas. Y a ver quién se atreve a criticar.