jueves, 25 de octubre de 2007

Apuntes, despuntes y pespuntes de... mejores.

Hace diez años el mejor entre los mejores dijo adiós. El fútbol sigue siendo el fútbol, pero la pelota -aunque casi sin manchar- disfruta menos. Pocas caricias y demasiados golpes. Se extraña, Diego. Se extraña.

Elegir a los mejores es siempre un acto subjetivo. Los sentimientos no están al margen y condicionan la elección. Tal vez es hasta justo que así sea. Pero cuando el talento es tan grande, para negar la evidencia pueden sólo intervenir intereses negativos. Diego sigue jugando, o tratando de jugar. Y nosotros seguimos viendo en ese hombre pesado, y muchas veces triste, el gran jugador que fue. De todos, el mejor. Quedó claro quién es, para mí, el mejor en el fútbol. Pero también tengo otros mejores.

El mejor desayuno, el de nené, en el campo en Santa Inés, que nos convertía a Javier y a mí, en dos innatos cazadores o en intrépidos jinetes. El mejor asado, el de mi viejo; y la mejor merienda - y tal vez a la mejor hora: las 5 de la tarde - la cremita de mí abuela Victoria. La mejor música, el tango y la que tocamos entre amigos. Pero la comida no es todo.

La mejor cintura, la que espero abrazar. Las mejores piernas, las que quiero rozar. La mejor boca, la que se deja besar y el mejor beso, el primero... y el último.

5 comentarios:

Ro dijo...

Que lindo apunte...no hay y estoy mas que segura, que no va a existir el que no me guste, pero seguramente éste estara entre los "mejores".
Mis mejores cariños.

Fernando Salceda dijo...

Mi gratitud eterna a Diego Maradona jugador, el mayor motivo de emociones fuera de las alegrías y tristezas motivadas por los acontecimientos de la vida familiar.
Me alegro de haberte alentado a crear el blog.

Abrazo.

Anónimo dijo...

Es evidente que el componente afectivo distorsiona la realidad o en este caso el paladar. Dijo tu padre: "El asado toma la sal que necesita" ante las miradas atónitas de los ocasionales viandantes que observaban como los restos mortales de un costillar vacuno se cubrían de una capa blanca y apenas pedregosa.
La sentencia resultó tan elegante como falsal y la carne fatalmente malograda.
Tus palabras no demuestran, quizá no lo pretenden, las dotes culinarias de tu padre. Tu desacierto comprueba el amor que por él sentìs.

Anónimo dijo...

que bueno "tengo otros mejores",que bien suena usado como sustantivo...me produjo,al instante, un "alerta", de que algo fuerte venia...y vino!...nostalgioso y tierno.Vos tambien lo sos.Elena Raquel

Anónimo dijo...

A pesar de que ya sabés mis opiniones, hoy las hago públicas.
Lindo, nostálgico y dulce, este texto me "despuntó" una sonrisa extra... Quizás porque para mí también el mejor asado es el de mi viejo y la mejor merienda, la leche con maizena y chocolate de la abuela Olga. Gracias, porque muchos otros mejores momentos están viniendo a mi memoria...
No dejes de escribir, es un placer para los ojos que te leen.
Jess