Hace unos días descubrí -porque Roxana me lo dijo- que a los pantalones no hay que hacerles más el ruedo. Ahora se usan "doblados", sin más. Enarbolando una conservadora transgresión (como si de mantener vivo un centenario oficio en vías de extinción se tratara), seguí luchando para acortar mis nuevos y desproporcionados pantalones. Demasiado largas las piernas para tan avispada -y gracias por la licencia- cintura.
Terminada la complicada tarea -y contemplando el éxito obtenido- me doy cuenta de que es más fácil hacer un ruedo, que echarse al ruedo. Ponerse en juego es una de las tareas más difíciles (porque tal vez la más necesaria) que nos toca enfrentar.
Si bien no importa la edad, creo que el mérito es mayor cuando se está más cerca de la jubilación que del primer sueldo. El miedo y las dudas -eso sí- me parecen similares. Y aunque son varios los factores que entran en juego, no será el temor al fracaso lo que nos frene, ni tampoco el conformismo disfrazado de tranquilidad.
Preparemos entonces el traje de luces que siempre hay un toro que nos espera. Afilemos la espada y tomemos las medidas de la capa. O del pantalón, para abandonar las metáforas taurinas. Yo ya tengo lista mi tijera. Aguja e hilo, no hacen falta. Los transgresores del ruedo utilizamos una cinta termo adhesiva, que con la plancha a 180º y buena voluntad, hace maravillas. Hasta el próximo -hoy sí- pespunte.
Terminada la complicada tarea -y contemplando el éxito obtenido- me doy cuenta de que es más fácil hacer un ruedo, que echarse al ruedo. Ponerse en juego es una de las tareas más difíciles (porque tal vez la más necesaria) que nos toca enfrentar.
Si bien no importa la edad, creo que el mérito es mayor cuando se está más cerca de la jubilación que del primer sueldo. El miedo y las dudas -eso sí- me parecen similares. Y aunque son varios los factores que entran en juego, no será el temor al fracaso lo que nos frene, ni tampoco el conformismo disfrazado de tranquilidad.
Preparemos entonces el traje de luces que siempre hay un toro que nos espera. Afilemos la espada y tomemos las medidas de la capa. O del pantalón, para abandonar las metáforas taurinas. Yo ya tengo lista mi tijera. Aguja e hilo, no hacen falta. Los transgresores del ruedo utilizamos una cinta termo adhesiva, que con la plancha a 180º y buena voluntad, hace maravillas. Hasta el próximo -hoy sí- pespunte.
8 comentarios:
si de transgresion se trata proba con ganchitos de abrochadora, pero con el cierre del gancho para el lado de afuera... y tambien otra es con cinta adhesiva transparente, que un par de puestas dura.
espero sirva para salir del "comun", jajajaa
Vic
no, no. Así no se hace. Los ganchos se ponen en los laterales, uniendo las dos costuras, y quedan ocultos dentro del dobladillo. y la cinta transparente no sirve. Es mejor la marrón, esa ancha y resistente para embalajes.
Muy gracioso me resulta imaginarte con abrochadora y cinta adhesiva en mano!! (Pero parece que es costumbre de familia jaja).
Hace bastante que no hago un ruedo, pero los hice alguna vez (claro que con ese método tan moderno, no), y estoy totalmente de acuerdo con que es mas fácil que “ponerse en juego”. Porque miedos y dudas me sobran, y ese temor al fracaso me ha frenado y me frena constantemente, pero como el conformismo no es precisamente lo que me caracteriza, tendré que ir dejando de lado algunos temores…habrá que echarse al ruedo!
Saludos
Acá estoy en mi ruedo alemán, al que me lancé a venir a pesar de estar cómodo en la Argentina. Ahora me felicito de haber tomado la capa y la espada. El toro está ahí, todavía no le gané ni nada parecido. Pero no me habría perdonado nunca no haber venido a enfrentarlo. La peor pelea no es la que se pierde, sino la que no se libra.
Gran abrazo, Maestro.
Muy bueno Mauricio este espacio.
No podía ser de otra manera. Me alegra que hayas dejado fluir todas tus cualidades de gran relator!!!
Ahhh yo soy una más de las de abrochadora... que gran invento para los dobladillos desprolijos de último momento!!!!
Besos
Marian
Querido mauri;
...intenta comprarte los pantalones a tu medida...!!!
En Roma (cuna de la moda) hay mucha variedad de tiendas, hay mucha variedad de gustos, colores, tamaños y modelos.
Lo que hay que tener es ...paciencia ... paciencia para buscar el pantalón justo...
Una vez encontrado y comprado... te lo quedas...si es largo lo dejas así ...
me encantan los tipos con el pantalón roto por abajo...tienen pinta de que necesitan ser “cuidados”.
Me encanta pasear con el pantalón roto, arrastrando por la calle haciendo “ruidito”.
Las chicas nos ponemos tacón y entre el tacón y el pantalón roto por abajo vamos dando el numerito y llamando la atención ... eso es lo que nos gusta(por lo menos a mí que soy tremenda)
Así que, déjate de tanta aguja, hilo, pespunte y plancha a 180ª y ponte el pantalón roto.
(o si no ... que te lo arreglen en la tienda antes de llevártelo a casa)
MER
veo que hoy, los unicos trangresores somos nosotros, los tradicionalistas.
Muy bien Mercedes!! Seguí dándole cátedra a éste “pibito tradicionalista” que en un tiempito mas lo tenemos en las pasarelas!! Sin abrochadoras!!
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