martes, 5 de febrero de 2008

Apuntes, despuntes y pespuntes contestatarios.

Estoy sumamente contrariado. Otra vez el establishment -qué palabra más grandilocuente para identificar a los que siempre mandan- se ha conjurado para perjudicar a la Argentina. Me pregunto si será una venganza por toda la deuda que quedó en default o porque Maradona es amigo de Fidel. ¿O tal vez será porque tenemos la mejor carne del mundo o porque inventamos la birome y el colectivo?

Tenía pensado escribir sobre nuevas observaciones, pero ante semejante afrenta, afrontaré frontalmente este agravio, pero no ahora. Luego. No es cuestión de dar el brazo a torcer y que lo urgente nos tape lo importante.

¿Por qué?, señores y señoras, amigos y amigas: ¿por qué el jabón hace espuma los primeros días para después limitarse a perfumar? He probado varios y siempre pasa lo mismo. Uno lo abre, lo huele, lo moja y hasta juega con toda la espuma que, mágicamente, produce al contacto con el agua. Agua caliente, lógicamente. No es cuestión de pedirle milagros al pobre jabón. Eso al principio.

Pasa el tiempo, y el espumoso compuesto va perdiendo ímpetu. Hasta gracia pierde, diría. Cuando está por llegar a su fin no hay frotación que valga, se niega, como manteniéndose fiel a su fabricante; como diciendo "y ahora no te hago espuma así vas y compras otro". La solución la encontré, aunque en realidad fue una rendición: compro jabón líquido que hace espuma hasta el final.

El que nunca se acaba -como la cosecha de mujeres- es el dentífrico. Siempre quedará algo, un poquito. Para que rinda -eso sí- tendremos que cortar el tubo de plástico que antes, hace unos años, era de plomo. ¡Qué lindas te quedaban las manos -azules o amarillas, Odol o Kolynos- con la pintura que se desprendía después de exprimirlo hasta el final! Pero que nunca era -nunca es- el final. Siempre habrá para una última vez, que nunca será la última.

Otro tema que me inquieta (y tranquilos que ya me voy aproximando a la reivindicación prometida) es lo que sucede con los pantalones vaqueros. Están limpios. Están limpios porque fueron lavados hace dos días. Están limpios porque fueron lavados hace cinco días. Están limpios porque fueron lavados hace 6 días. No sé por qué, pero de la noche a la mañana, los pantalones de jean no están más limpios. Tienen dos estadios: limpios o sucios. No hay término medio, no se perfila la lavada. Pasan de "hoy me los pongo sin problemas", a "hoy se van caminando solos y me esperan en la esquina". A ustedes las respuestas porque yo sigo indignado y estoy ciego de rabia.

¡Claro! Como Toronto está en Canadá, cerca de Estados Unidos. Como las señoritas son de Londres y viven en el primer mundo, han decidido no cerrar su gira mundial en Buenos Aires. Una vez más, los poderosos del mundo han dejado a nuestro sur marginado. Las Spice Girl no van a actuar en Argentina. Lo siento, el mundo es así, malvado. Hasta la próxima y no lloren, no lloren que apenas se recupere, Britney sí va a cantar en Argentina, porque ella es buena y necesitada.

7 comentarios:

Unknown dijo...

a mi lo del jabon no me pasa o no habia prestado atencion (y no quiero comentarios ofensivos...)
respecto al dentifrico, es cierto!, nunca se termina!! y me da rabia porque yo para su punto culmine ya estaba preparada hace unos dias, y quiero estrenar el nuevo que compre con otro gusto!!!!!
lo de los jeans, lo comparto plenamente...
y los de las Space... que se queden alla, bien lejos si es posible
hasta la proxima
Vic

Anónimo dijo...

qué risa me dio el tema del jabón y el dentifrico!!!(lo comparto),pero...hablemos del pantalón de jean:en indumentaria femenina o masculina fue un gran invento!y es verdad, es la única prenda que yo uso o muuuuy limpia o muuuuy sucia...total, un día más aguanta...Elena R.

Anónimo dijo...

Estoy con Victoria y con Elena Raquel... lo del jabón nunca lo he observado... lo del dentrífico, síiii, una está deseando abrir el nuevo, que siempre será mejor, más mentolado, con un tubo más coloreado... y con la cosa de que se sostiene mejor en el vaso... ya que es nuevo y está enterito.
Pues hoy, querida Elena Raquel, llevo unos vaqueros medio-medio... esperaré a ensuciarlos algo más para decir eso de, "total, un día más aguanta..." Pero es verdad que -al menos en las chicas- hay vaqueros para hacer figurín, los que te gusta ponerte con un zapato que favorece más y te da una cierta seguridad en el caminar... y otros, los de campo, los de todo trote, los que te pones cuando te has levantato tardísimo y estas por perder el tren para ir a trabajar, que más feos no pueden ser y más feas no podemos estar con ellos¡¡¡
Ay, queridos... una españolita de a pie no sabía lo que era el birome... o la birome... bueno, todo aclarado... será argentinísimo, si tu lo dices, Mauri. Con lo de la carne, más que de acuerdo... qué delicia... Y qué delicia escuchar a Mauri cuando cuenta cómo prepararla, así, asá... Un buen pedacito de la Argentina está por estas Italias con este muchacho.
En fin, para terminar, comprendo perfectamente, después de toda tu perorata, tu gran contrariedad... porque para remate con aquellas inglesitas... no sabemos ya qué hacer... y poco que nos preocupa. Mucho mejor que no se acabe esa cosecha de mujeres como el dentífrico... de las verdaderamente estupendas. Ciao¡¡
Beatriz

Anónimo dijo...

Y, bueno, gazapo... ya habéis visto, perdón... dentrífico, dentífrico, denfrítico, dentífico... lo que hace darle a la tecla con demasiada rapidez...
Beatriz

Mauricio Monte dijo...

No te preocupes. si aquí lo que sobra, es soridali... soliradi... bueno, que somos solidarios con los errores!

Anónimo dijo...

La verdad que a lo del jabon no le he prestado atención. Lo que si he notado es que hasta los veinte y pico usaba uno para la ducha y otro para las manos. En cambio ahora, por el hecho de vivir con una consultora de belleza, uso varios mas. Y guay con que me agarren con el equivocado en la mano.
Lo del dentrifico es cierto, lo que me pasa es que arrancamos a usar el nuevo y no terminamos nunca el viejo, va casi nunca. Digamos que dura mas y mas y mas ...

Mauricio Monte dijo...

Pensá que sería mucho peor si vivieras con una nutricionista.